La escena parece sacada de una película de terror. Una mujer indefensa entra en un ascensor, las luces comienzan a titilear y se apagan.
De repente, vuelve la luz pero la protagonista de la historia se da cuenta de que no está sola: una niña de aspecto fantasmagórico está a su lado en un silencio sepulcral. El clímax llega cuando el espectro grita.
Sin embargo, esta escena no hace parte de ningún guión de Hollywood sino del sofisticado montaje que hicieron en un programa brasileño para jugarle una mala pasada a los pasajeros del ascensor y de paso disparar el rating.
Lo que no esperaba Silvio Santos, el conductor del programa, es que su broma también iba a causar sensación en las redes sociales, donde ya tiene más de 5,5 millones de visitas.
Lo que no esperaba Silvio Santos, el conductor del programa, es que su broma también iba a causar sensación en las redes sociales, donde ya tiene más de 5,5 millones de visitas.